Dijo la rosa a la luna: "yo a ti quisiera llegar", dijo la luna: "estoy lejos no me puedes alcanzar". Tanto lloraba la rosa que a la luna enterneció y con su luz deliciosa a la rosa iluminó. "¡Gracias, luna por tu luz, gracias por venir a mi!" ; "¡Gracias, rosa por tu llanto: gracias por quererme así!"
Y ahora la rosa no es rosa, porque la rosa es tu Foc, y la luna cariñosa aquella luna...es Dios: "¡gracias, luna, por tu luz, gracias por venir a mi!"; "¡gracias, rosa, por tu llanto; gracias por quererme así!"
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